Durante el enjuiciamiento del concurso Monográfico de Cataluña 2010, llevado a cabo por el ilustre Juez IGBA el Sr. René Alssema; los allí presentes, además de asistir a su fabuloso enjuiciamiento, fuimos afortunados receptores de consejos que nos asegurarán una buena línea de trabajo para la obtención de ejemplares de calidad.

 

Notas de René Alssema

 

Texto de Ramón García

Seleccionaremos para la cría, aquellos ejemplares que presenten un pecho ancho, de la misma manera que desecharemos aquellos ejemplares que presenten una corona triangular.

 

La cabeza de un buen gloster tiene que ser lo más grande posible, por lo que no sólo nos fijaremos en que la cabeza esté distribuida al rededor de los ojos, porque un ojo centrado no es siempre sinónimo de cabeza grande.

 

Un gloster con cabeza pequeña conllevará siempre una espalda pequeña

 

Aquellos machos de forma redonda, con cuerpo de hembra, son los que nos deben interesar. 

 

El mejor gloster es aquel que no tiene cuello.

 

Los glosters de nuestro aviario deben llegar a tener un buen color, en un plumaje largo. Ser nevados, pero de un color de intensidad.

 

El conjunto de Top gloster es un cuello pequeño con un pecho que empieza desde el pico y va hasta el abdomen, y un plumaje suave.

 

Nuestra prioridad debe ser eliminar los flancos, de ésta manera eliminaremos los quistes.

 

Los consorts de cejas largas darán coronas redondas, mientras que los consorts de cejas pequeñas darán coronas triangulares.

 

Aquellos glosters estrechos, nos aseguran generaciones de gloster estrechos, ya que se trata de un carácter dominante.

 

Un bueno gloster no lo es por gordo sino por compacto.

 

El ágata no es un color para el gloster. Las características  que otorga al plumaje no beneficia al gloster.

 

Las aperturas del plumaje en la espalda o nuca está causado por un plumaje excesivamente blando.

 

Los cuernos en un corona se deben a un mal consort reproductor que tenia las cejas poco marcadas.